Hay veces en las que me siento yo, voy caminando por la calle y tengo una especie de sensación de liberación, con la cabeza desbloqueda y tranquila.
En cambio, hay días como hoy en los que me siento un ser horrendo. No solo por el aspecto, sino por el humor, los ánimos y la predisposición por los suelos que tengo. Pareciera que todo me sale mal y nisiquiera puedo verme a un fockin espejo porque me desespera. Lo peor es que justo ese día, me salga un granito en la nariz. UN GRANITO EN LA NARIZ. No en la pera, ni en el cachete... en la nariz, justo en la punta de la nariz. Suena a exageración, son cosas que aunque intente no puedo canalizar. Que humor de mierda que me agarra... son momentos en los que empiezo a analizar todos mis defectos y le busco alguna explicación a mi mala suerte.
Supongo que se me vá a pasar, otra no queda. Just smile.







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