Me siento dentro de un caparazón.
Cada vez que te veo pierdo la seguridad de mis palabras
y se me olvida hasta mi nombre.
No soy capaz de romper el cristal y tomar el valor que me hace falta; ese valor que alguna vez tuve pero que ahora no puedo recuperar.
La inferioridad que nace dentro mío casi siempre es la culpable... la inseguridad, la indecisión.
Libre, ¿podré volver a serlo alguna vez?.







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